El Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) anunció los 20 proyectos seleccionados en la primera etapa del Estímulo para la Creación Audiovisual en México y Centroamérica para Comunidades Indígenas y Afrodescendientes (ECAMC), una iniciativa que busca “avanzar en la inclusión de los pueblos indígenas y afrodescendientes en las distintas formas de creación cinematográfica individual y colectiva”.
Entre los proyectos hay 16 mexicanos, tres de Guatemala y uno de Panamá, de los cuales 11 son documentales, seis ficciones y tres son híbridos. El 85% de los responsables de los proyectos seleccionados se autodefinen como personas indígenas y el 15% como afrodescendientes. La mitad de las producciones están en una o varias lenguas indígenas, un 40% en lenguas indígenas y español, y un 10% totalmente en español.
Los largometrajes seleccionados son: “Lay pijedá” (Nuestro pueblo) de Dennis López Sosa, “Tzofo” de Salvador Martinez Martínez, “Valentina o la serenidad” de María de los Ángeles Cruz Murillo, “Ikal ajaw” (Dios del viento) de Ángel López Gómez, “Me Sacramento” de Florencia Gómez Santiz, “Ser muxe” de Juan Regalado, “Snichimal abtelal” (Las flores del trabajo)” de Ana Vázquez Hernández, “Ulew” de Cecilia Us Soc, “Renata Estefania (Tomiyanahualt-La niña de los ojos oliva)” de Renata Santander, “Yo´on k´ox krem” (Corazón de niño) de Bernardino de Jesús López de la Cruz y “Nosotras las niñas” de Xochil Vergara.
Entre los cortometrajes, “Nyanga” y “J-kuxlejaltik Nuetra Vida” están en etapa de postproducción; mientras que “Se elige”, “Escribí mi nombre en la selva”, “Xgooba”, “Atardecer”, “Tayasal”, “Gu juk gio gu yooxi” y “Prólogo y epílogo” están en producción.
El Fondo Miradas es otra iniciativa mexicana destinada a impulsar la nueva generación de creadores en pueblos originarios y afrodescendientes afectados por la pandemia del Covid-19. Se trata de un fondo valorado en unos 750 mil dólares creado por la plataforma Ambulante junto a Netflix. Los proyectos ganadores, más de 80 entre documental, ficción, animación y cine experimental, están en etapa de rodaje o postproducción, y los equipos de producción representan a 30 grupos indígenas y afrodescendientes. El 75% de ellos viven en territorio mexicano y el resto en Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. La selección estuvo a cargo de un comité integrado por once expertos, líderes sociales y referentes del cine comunitario de estas regiones.