Entre los 20 proyectos en desarrollo y los cuatro proyectos inmersivos seleccionados por el Festival de Rotterdam (IFFR) para la 42 edición de CineMart, su mercado de coproducción, hay cinco con participación de la región. También hay presencia latinoamericana entre los proyectos seleccionados para Darkroom, el work in progress del festival. Ambas actividades se celebrarán entre el 2 y el 5 de febrero en dicha ciudad de los Países Bajos.
Coproducido entre Brasil y Uruguay, “Cabo dos prazeres” será el siguiente film de ficción del reconocido director Marcelo Gomes (“Retrato de um certo Oriente”) junto al cineasta y artista plástico Cao Guimarães. Producida por las brasileñas Cinco em Ponto y Misti Filmes, junto a la uruguaya Criatura Cine, la historia está ambientada en un futuro cercano en el que los ancianos se ven obligados a ingresar en residencias donde les extraen los recuerdos para proporcionar nuevas experiencias de aprendizaje a un sistema de IA.
El segundo proyecto latinoamericano es la obra de animación "A marcha dos girassóis" de Erik Ricco (Cup Filmes, Coala Filmes, Tubz Studio), un cuento de hadas en stop-motion que cuenta la historia de Marialice, una niña de 12 años que se embarca en un viaje por el interior de Minas Gerais, donde el sol ha dejado de salir.
“Corte Culebra” será el segundo film de Ana Elena Tejera después de “Panquiaco”. Producido por la panameña Mestizo Cinema junto a la francesa Fulgurance, el film aborda el trauma ancestral de las comunidades desplazadas del lago Gatun, en el corazón del canal de Panamá.
“Fausto” será, por su parte, el segundo largometraje de la cineasta y artista argentina radicada en Nueva York Jazmín López después de “Si yo fuera el invierno mismo”. Producido por la alemana Schuldenberg Films junto a la argentina MaravillaCine, el filme explora la obsesión de una nación con una mujer que se convirtió en diosa y salvadora, la carismática Eva Perón, y el intento real de reencarnarla en el cuerpo de su sucesora, una mujer dispuesta a renunciar a su identidad para recibir el espíritu de Eva en su cuerpo.
El único proyecto latinoamericano en la selección de obras inmersivas es “Los sueños del tiempo” del artista venezolano Jeissy Trompiz. Coproducida entre la venezolana Alamar Films y la brasileña Migranta Films, la obra explora un tiempo fluido en el que el espectador visita lugares como Pompeya, La Gomera y los restos distópicos de Venezuela, donde las comunidades indígenas ven los sueños como una prolongación de la vida.
De los proyectos en desarrollo pasamos a las películas recién terminadas o casi terminadas que se presentarán en Darkroom en busca de financiación para su finalización, agentes de ventas y festivales. Entre los 12 proyectos seleccionados en este work in progress –todos apoyados por el Hubert Bals Fund, presentados anteriormente en CineMart o con un antiguo alumno del Rotterdam Lab a bordo– hay dos latinoamericanos.
“Bloques Erráticos”, el debut en largo del chileno Thomas Woodroffe, sigue al fantasma del camarógrafo Lucien Castlenau que, tras un siglo atrapado en los glaciares de la Patagonia, consigue liberarse. Despistado, sigue el mismo trayecto que recorrió en carne y hueso, deteniéndose en los territorios donde alguna vez filmó a los pueblos Kawésqar y Yagán. En este viaje se encuentra con los nuevos habitantes de una sociedad tecnocrática y con los vestigios de un pasado indígena. La película es una coproducción entre la chilena Fiebre, la francesa La Belle Affaire Productions y la argentina Un Puma.
Por último, “La hiedra” es el último film de la ecuatoriana Ana Cristina Barragán después de “Alba” y “La piel pulpo”. Al igual que sus filmes anteriores, los vínculos de estructura familiar vuelven a ser el foco central, aunque en esta ocasión la directora se aleja de lo autobiográfico. El film narra el rencuentro entre una mujer de 31 años y el hijo al que abandonó tras quedar embarazada a los 13. Producido por la ecuatoriana Boton Films, la mexicana BHD Films, la francesa Ciné-Sud Promotion, y la española Guspira Films, el film explora esa peculiar relación madre e hijo en la que abundan las heridas, la risa y la ternura.