Desde el lunes se rueda el tercer largometraje del argentino Santiago Mitre, “La cordillera”, un largometraje que tiene a Ricardo Darín como protagonista de una historia de intriga política. La filmación, que se extenderá durante ocho semanas, tiene como locaciones a Buenos Aires, Bariloche y Santiago de Chile.
Darín interpreta a Hernán Blanco, Presidente de la Argentina. Mientras se desarrolla la cumbre de presidentes latinoamericanos en Chile, donde se definen las estrategias y alianzas geopolíticas de la región, Blanco vive un drama político y familiar que le hará enfrentarse a sus propios demonios. Deberá tomar dos decisiones que podrían cambiar el curso de su vida en el orden público y privado: por un lado, una complicada situación emocional con su hija, y por otro, la decisión política más importante de su carrera.
“Es un proyecto grande, que implica una gran responsabilidad, un gran desafío para mí. Rodaremos en dos países, cuatro ciudades, con un elenco de varias nacionalidades. Pero tengo la fortuna de estar acompañado de actores talentosísimos, un gran equipo, y productores creativos que me respaldan. Estoy muy contento con Ricardo, creo que puede tener en sus manos uno de los tantos personajes memorables que nos ha dado”, declaró Mitre sobre el film, el tercero luego de “El estudiante” y “La patota”.
“La cordillera”, escrita por Mitre y Mariano Llinás, es una producción internacional de las argentinas K&S Films y La Unión de los Ríos, junto a MOD Producciones (España) y Maneki Films (Francia), con coproducción de Telefé y distribución de Warner Bros. Pictures en toda América Latina y España. Acompaña a Darín un elenco de reconocidas figuras del cine iberoamericano, como sus compatriotas Dolores Fonzi y Erica Rivas, la española Elena Anaya, los chilenos Paulina García y Alfredo Castro, y el mexicano Daniel Giménez Cacho.
Este año participó como proyecto en el Atelier de la Cinéfondation del Festival de Cannes, donde ganó el premio a mejor guión en desarrollo.